Pastel de Nata, delicia en dos bocados

El pastel de nata, también conocido como Pastel de Belém, es ese dulce tierno y crujiente que se convertirá en la elección de muchos si decides incorporarlo en tu horno o panadería.

Este pequeño bocado dulce es una de las especialidades más características de la cocina portuguesa. Son pastelitos de crema, de unos 8 centímetros de diámetro, elaborados según una receta tradicional. Se elabora con una base de hojaldre aireado y crujiente formando una tartaleta que se rellena con una crema a base de yema de huevo, leche y azúcar. Un bocado que, desde luego, resulta cómodo y práctico tanto para tomar tranquilamente como para llevar.

Se dice que estos pasteles fueron creados con anterioridad al siglo XVIII por los monjes católicos jerónimos del Monasterio de Santa María de Belén, situado en la parroquia de Belem, a las afueras de Lisboa. Como consecuencia de la revolución liberal portuguesa de 1820, en 1834 se cerró el monasterio. A partir de ese momento, el panadero del convento, al verse en el paro, decidió vender la receta a un empresario portugués que abrió la fábrica original de los Pasteles de Belem.

Desde sus inicios hasta el día de hoy, el Pastel de Nata se ha convertido en todo un atractivo para aquel tiene la oportunidad de visitar Portugal, aunque hay veces que no hace falta salir de casa para estar al lado de deliciosos productos. Además, las masas congeladas ayudan a que dispongas de este tipo de alimentos en tu negocio de forma sencilla y rentable. Si tienes un horno o panadería puede ser un buen momento para incluir alguna que otra novedad para completar tu catálogo y sorprender a la clientela con nuevos sabores. 

La masa está elaborada con margarina, y la crema con huevo y leche, pero el toque sutil de limón y canela le dan ese punto característico a este pastel portugués. Al igual que otros riquísimos productos como el Roll de Canela; el Pastel de Nata, sin duda, será ese producto escogido por la clientela si decides ofrecerlo en tu establecimiento.

 Pastel de Nata, un dulce suave, delicado y práctico. ¿Qué más se puede pedir?

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