Panes y platos otoñales, una pareja perfecta

El pan es capaz de elevar cualquier receta, más todavía las propias de esta estación. Hoy te traemos distintas opciones y propuestas para redondear tu menú, ¡apunta!
El otoño es una estación de contrastes: días frescos, colores cálidos y una despensa que se llena de productos de temporada como setas, calabaza, castañas o boniatos. Es también un momento en el que la cocina se vuelve más reconfortante, con elaboraciones que buscan sorprender pero también reconectar con lo auténtico. En este escenario, el pan tiene un papel fundamental: no solo como acompañamiento, sino como un ingrediente capaz de realzar los matices de cada plato.
Maridar panes con recetas otoñales es una forma sencilla y eficaz de enriquecer cualquier propuesta gastronómica, ya sea en un restaurante o en una cafetería, por lo que vamos a ver las posibilidades de algunas de estas combinaciones, ¡toma nota!
Steak tartar y rebanadas o canapés
El steak tartar es un clásico atemporal, preparado con carne cruda y similar al carpaccio, que puede tener especial interés en otoño por el contraste de texturas entre la suavidad de la carne y el crujiente del pan que lo acompañe. Gracias a las masas congeladas, y en concreto los beneficios del pan precocido congelado, puedes disponer de panes para prácticamente cada ocasión, como esta. Por ejemplo, si quieres servir pequeñas rebanadas o canapés con tartar una opción estupenda es la Barra Verité, y el resto de productos de su gama. Su miga ligera, jugosa y fresca funciona muy bien con este plato, ¡prometido!

Pulpo a la gallega y pan de pueblo: tradición en estado puro
El pulpo a la gallega es uno de esos platos que gritan “otoño” en muchas mesas. Su sabor intenso, potenciado por el pimentón y el aceite de oliva, encuentra en panes como el Pan de Pueblo o el Pan Labriego sus perfectos compañeros. El Pan de Pueblo, con su corteza gruesa y crujiente y una miga densa, pero esponjosa, aporta consistencia y absorbe los jugos del aceite y el pimentón, lo que permite disfrutar del pulpo en bocados más completos. Por otro lado, el Pan Labriego, por su aspecto artesano y su sabor auténtico, refuerzan la experiencia de un plato profundamente ligado a la tradición, en este caso, gallega.

Cremas de temporada y hogazas de cereales
Nada representa mejor el otoño que una buena crema de calabaza, de boletus o de castañas. Para estos platos de cuchara, el pan de cereales es el maridaje más recomendable; y si es en hogazas, mejor que mejor. La Hogaza de Maíz Rebanada y la Hogaza de Cereales Rebanada resultan piezas estupendas por sus semillas y su sabor ligeramente tostado, que aporta un contrapunto que enriquece la sencillez de la crema añadiendo complejidad y textura. Servido en forma de picatostes o en rebanadas tostadas estos panes nunca fallan.

Quesos curados y pan de centeno
El otoño también es época de quesos intensos, desde un manchego hasta un buen cabrales. Para ellos, la Hogaza de Centeno con Masa Madre es uno de los mejores aliados, ya que su sabor marcado y su acidez equilibran la potencia del queso y crean un maridaje redondo. Además, este tipo de pan es una opción muy demandada por clientes que buscan panes más saludables y con un perfil más digestivo, por lo que suma valor añadido a la oferta de cualquier negocio.
Panes con miel y frutos secos
Los postres también encuentran en el pan un tándem inesperado. Un pan con frutos secos o notas de miel, como la Hogaza con Pasas, Avena y Miel, puede servirse perfectamente junto con un queso fresco, con una compota de manzana o incluso con un chocolate caliente. Y es que estos matices dulces y otoñales convierten al pan en un recurso versátil con el que se puede cerrar un menú con originalidad.
El maridaje de panes con platos otoñales, por tanto, es una oportunidad para diferenciar la oferta de un establecimiento, sorprender al cliente y añadir valor sin complicaciones. ¿Ya sabes cuál vas a escoger?
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