El aperitivo, ¿quién se puede resistir a él?

El aperitivo sirve para abrir el apetito antes de una comida o una cena. Papas, aceitunas, quesos… y, por supuesto, montaditos y tostadas hechas con el mejor pan posible.

Pocas cosas hay tan mediterráneas como el aperitivo, esa comida ligera que se prepara para abrir el apetito antes de una comida o una cena. Mientras que en algunos lugares el aperitivo solo tiene lugar en celebraciones especiales, en países como España, Portugal o Francia se suele producir de forma habitual. Cualquier día es un buen día para tomarse un aperitivo.

El 19 de septiembre se conmemora el día de este manjar, el Día Internacional del Aperitivo. Un clásico son las papas, pero también las bravas, el fiambre, las aceitunas, los quesos, los frutos secos o las tablas de embutidos. Lo bueno es que también hay otras opciones que puedes probar en tu establecimiento de hostelería para no reducir las posibilidades. Por ejemplo, pinchos, montaditos o pan en rebanadas, que también encajan a la perfección en este contexto.

Y es que no hay que olvidar que el aperitivo es uno de los momentos donde la gente más disfruta. Por eso los productos ofrecidos deben ser inigualables y muy sabrosos. Las rebanadas, por ejemplo, son la base perfecta para dejar volar la imaginación con tus creaciones. Un buen establecimiento con un buen surtido de aperitivos, además de buen ambiente, es un éxito asegurado. Tomar el aperitivo para muchas personas es prácticamente un momento ceremonial, y si te los ganas ahí, serán tus mejores aliados para difundir tu buen hacer y ricos alimentos.

Gracias a las masas congeladas, y concretamente a las masas congeladas para hostelería, será muy fácil contar con un pan de calidad que te permita preparar deliciosos aperitivos. En cuanto a las rebanadas o tostadas, hay un pan que no tiene rival: el maxi pan de pueblo, un producto con un gran potencial y versatilidad.  Su especial cocción genera una corteza rústica, pero fina y crujiente; además, su miga ligeramente alveolada y consistente es perfecta para aguantar salsas en la preparación de tostas. Por último, contiene masa madre natural de trigo que contribuye a una mayor durabilidad.

Y si de pinchos va la cosa, hay tres opciones con las que te tienes que quedar. La primera es el pincho vasco, un panecillo fino y alargado de corteza crujiente y miga suave. Es el formato de montadito más característico de la zona norte (aunque, claro está, se puede emplear en cualquier parte de la geografía). Además, resulta especialmente idóneo para resaltar los rellenos más apetitosos.

La segunda y tercera alternativa son la misma, pero en diferentes tamaños: el Joselito XL Express y el Joselito Express. El primero, el Joselito XL Express, es un panecillo de pincho elaborado en un proceso de fermentación en frío que lo dota de una corteza más crujiente, un sabor más intenso y mayor durabilidad. El Joselito Express, por otro lado, es un mini panecillo rústico de pincho de corteza super crujiente y sabor intenso que comparte con su hermano mayor la elaboración de larga fermentación en frío. Es ideal para preparar mini bocaditos.

En este Día Internacional del Aperitivo, juega tus mejores cartas y haz disfrutar al máximo a tu clientela.


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