Croissant de chocolate blanco, el dulce más esperado

Llega un nuevo producto con un relleno que cuenta con muchos adeptos: el chocolate blanco. Así es el croissant de chocolate blanco, y todo esto es lo que puede aportar en tu establecimiento.

En el mundo hay tres tipos de personas: las que aman el chocolate negro o con leche, las que se decantan por el blanco, y las que no le hacen ascos a ninguno de ellos. Pues bien: las segundas y las terceras están especialmente de enhorabuena porque el croissant de chocolate blanco, una de las últimas novedades de Panamar Bakery Group, ha llegado pisando fuerte. Y qué suerte que sea así, la verdad.

Pero antes de recrearnos en lo delicioso de este producto, ahondemos en qué es el chocolate blanco y en qué se diferencia de otros productos similares. El chocolate blanco, cabe recordar, es un alimento que se elabora con manteca de cacao (al menos un 20%), azúcar y leche, y tiene una apariencia de color marfil pálido. La gran diferencia con el chocolate negro es que, a diferencia de este, no contiene cocoa (obtenida tras procesar el cacao) ni cacao de semilla, que son los ingredientes que aportan el característico sabor amargo del chocolate negro.

Si juntamos el chocolate blanco con un producto de tanto éxito como el croissant obtenemos lo siguiente: un triunfo seguro e incontestable. Y es que el croissant de chocolate blanco se puede convertir en el rey de los desayunos y meriendas. Es así por varios motivos y dos de ellos son de especial importancia.

En primer lugar, el croissant de chocolate blanco destaca por su generoso volumen. Elaborado con auténtica harina francesa y margarina, su aspecto es sencillamente espectacular y su sabor resulta exquisito, algo que es imposible entender sin reparar en la masa del croissant. Un croissant con una buena masa de hojaldre es un placer para los sentidos, ya que la calidad, sabor y textura de esta supone un punto decisivo para disfrutar de esta pieza de bollería.

En segundo lugar, el formado manual del croissant de chocolate blanco permite que haya un carácter único y artesanal en cada pieza. Para incorporar el chocolate blanco, además, se opta por hacerlo mediante una barrita de chocolate blanco que se coloca a mano en el interior de cada producto. Es un proceso donde el cariño, el mimo y el respeto son protagonistas.

El chocolate blanco, no cabe duda, es un relleno en tendencia, y con esta pieza de bollería en tu expositor te estarás garantizando un buen número de ventas. No dudes en descubrir ya todo lo que el croissant de chocolate blanco puede hacer por ti y por tu negocio.

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