Consejos para atraer clientes a tu panadería
Ya tienes un producto delicioso en tu expositor. ¿Qué hacer ahora para atraer a nuevos consumidores? Te damos 10 consejos para conseguirlo.
Un buen producto es clave para el éxito. Los cocineros, por ejemplo, dicen que sin una buena materia prima es muy difícil crear un plato memorable. Sucede lo mismo aunque tu ámbito sea el de las cafeterías, panaderías y hornos: el producto que de verdad está bueno marca completamente la diferencia y, sobre todo, determina la experiencia.
Comprar pan congelado es una de las decisiones que contribuyen a conseguir este propósito. Las masas congeladas, por sus cualidades (que se conservan intactas) son una apuesta segura en un negocio de estas características. Permiten disponer de productos buenísimos y, al mismo tiempo, son ideales para la gestión y control del stock y las ventas, ya que se pueden ir pidiendo y preparando en función de la demanda.
Las masas congeladas para panadería, en este sentido, hacen que sea muy fácil poder ofrecer al cliente desde bollería salada hasta un croissant de chocolate pasando por una gama de productos donde los panes también tienen su protagonismo. Una vez el producto que se ofrece es el idóneo, ¿qué hacer para atraer a los clientes al establecimiento? Con las siguientes recomendaciones, será mucho más fácil conseguirlo.
1. Potencia el aroma
El marketing sensorial es aquel que, a través de acciones emocionales, hace que las personas sean más favorables a la compra de un producto o la adquisición de un servicio. Está completamente relacionado, por supuesto, con los sentidos. En una cafetería, panadería u horno es bastante sencillo potenciar uno en concreto: el aroma. Siempre que el tiempo lo permita, deja la puerta de tu negocio abierta y procura que aquello que tienes en el horno desprenda un olor agradable que pueda hacer que los viandantes se detengan frente a tu puerta. Hornear croissants congelados, por ejemplo, es una acción clave para conseguirlo.
2. Ofrece nuevos productos y recetas
A veces, para llamar la atención hace falta tentar al cliente. ¿Cómo hacerlo? Con nuevos productos o recetas que no conozca, y le generen intriga y curiosidad. Actualmente, además, es más fácil que nunca hacerlo, ya que existen numerosos productos que combinan los sabores tradicionales con nuevas fórmulas y que resultan muy atractivos. Una ensaimada de sobrasada con queso, una media flauta con olivas, un pan de cereales, o un croissant de mantequilla relleno de deliciosa crema de chocolate con avellana no son productos que se vean muy a menudo en todas partes, pero son irresistibles. Además de esto, también puede ser interesante incluir productos sin gluten o integrales que se ajusten a diferentes tipos de dieta.
3. Invita a entrar con un mensaje divertido
Muchas cafeterías, panaderías u hornos sitúan una pizarra en la puerta de entrada al establecimiento con alguna frase. Es una de esas acciones que no requiere mucha inversión, pero resulta muy efectiva. Si, además, el mensaje que se escribe es impactante y divertido, será mucho más sencillo que las personas que pasean por la calle acaben entrando.
4. Prepara bien los productos y explícalos
Las masas congeladas, que permiten que con un golpe de horno tengas productos deliciosos, también son perfectas para que puedas acabar de preparar los productos a tu gusto. Por ejemplo, las napolitanas de crema y otros productos pueden pintarse con almíbar por encima para decorarse, a continuación, con azúcar glass, crocanti o chocolate. Pero, además, no solo vale con esto: también hay que contarlo. Por ello, utilizar cartelitos explicativos para explicar los ingredientes o destacar alguna característica del alimento puede ser muy interesante.
5. Da muestras gratuitas
A veces, el mejor reclamo para comprar un producto es, sencillamente, probarlo. Aprovecha en algún momento para hornear alguna delicia, trocearla, y dejarla en algún lugar del punto de venta para que los clientes, cuando entren, puedan degustarla mientras eligen qué se van a llevar a casa. Es uno de esos gestos que no cuesta mucho y, definitivamente, cuenta para el cliente.
6. Gestiona bien tus redes sociales
Dicen que hoy en día, si no comunicas lo que haces, no existes. Por ese motivo, es importante que las redes sociales de tu negocio estén alineadas con lo que, como marca, quieres ofrecer. Eso incluye mantenerlas activas e ir incluyendo, además de tus productos, contenido que sea interesante para las personas que te siguen.
7. Crea merchandising personalizado
En la misma línea que lo anterior, la imagen de la marca resulta clave. Además de cuidar la identidad visual de tu cafetería, panadería u horno, puedes además crear productos donde esta esté perfectamente integrada. Por ejemplo, una tote bag (bolsa de tela con asas), muy de moda, con el logo de tu negocio, que se pueda aprovechar para ir a comprar el pan, es uno de esos detalles que no pasan nunca de moda.
8. Realiza pequeñas encuestas entre tus clientes
A veces, conseguir información sobre qué funciona y qué no en tu negocio es tan fácil como preguntar. A los clientes más habituales puedes plantearles si les ha gustado lo último que han comprado, o por qué se llevan siempre determinado producto para averiguar más sobre su percepción. Si, además, les regalas algún detalle o producto después, se sentirán encantados de haberte podido ayudar.
9. Sé creativo con las ofertas
Cada estación tiene determinadas fechas señaladas que se pueden aprovechar para ofrecer descuentos que tengan sentido con tus productos y objetivos. En verano, por ejemplo, puedes juntar un café bien fresquito con algún producto que le vaya bien y hacer algún tipo de promoción. En otoño, fechas como Halloween, pueden dar pie a hablar sobre descuentos “de miedo” y en Navidad también puedes utilizar la temporada para ofrecer algún tipo de alimentos más invernales. No hay límites creativos.
10. La amabilidad lo es todo
Saludar a los clientes con una sonrisa o preguntarles qué tal están son gestos de educación que siempre se valoran. A la hora de entablar una conversación más larga, eso sí, ten en cuenta si la persona desea hablar o, al contrario, no está de humor. En cualquier caso, ser amable, y desear un buen día tras la compra, puede repercutir de forma muy positiva en la experiencia del cliente.