Cómo mantener la calidad del pan precocido en verano

Con la llegada del calor conviene saber cómo conservar y proteger los productos de panadería para no perjudicar su calidad. Te recordamos algunos consejos básicos para ello.

El verano es una de las épocas más intensas para panaderías, cafeterías y negocios de hostelería. Las terrazas se llenan, crece la demanda de bocadillos y los clientes siguen buscando productos con las mejores condiciones de frescura y calidad, también en los días más calurosos del año. Sin embargo, las altas temperaturas propias de estos meses suponen un reto adicional para la conservación y el horneado del pan precocido.

El calor ambiental y los cambios de temperatura, sin ir más lejos, pueden afectar a la textura, sabor y presentación de los productos. Por eso contar con protocolos y buenas prácticas para conservar el pan precocido en perfectas condiciones es totalmente indispensable para satisfacer a la clientela y asegurar la rentabilidad del negocio.

Es por ese motivo por el que hoy te traemos algunas claves imprescindibles para que puedas continuar ofreciendo los mejores panes posible, en su mejor versión, crujientes por fuera y tiernos por dentro. ¡Apunta!

- Revisa la temperatura de los equipos. El pan precocido congelado mantiene sus cualidades intactas en la cámara de congelación, pero incluso las altas temperaturas pueden afectar a este tipo de equipos. Por ello lo mejor es comprobar de manera periódica que la temperatura se mantiene estable, por debajo de los -18 grados, para evitar microdescongelaciones que perjudiquen la calidad o provoquen escarcha. En esta línea, mantén el producto protegido en sus bolsas de plástico convenientemente cerradas y en su caja.

- Respeta la cadena de frío. Conviene minimizar todo lo posible los tiempos de exposición a temperatura ambiente, así que intenta abrir las puertas del congelador lo mínimo y, si tienes que trasladar los productos, procura que el proceso sea rápido y eficaz. Gracias a las masas congeladas puedes evitar sacar productos de más, ajustando oferta y demanda, y horneando por tanto solo lo que necesites en cada momento.

- Prohibido volver a congelar. Ten en cuenta que, una vez descongelado un alimento, no lo puedes volver a congelar. Los motivos son diversos: se ha roto la cadena de frío; sus características organolépticas se verán perjudicadas; y el producto se resecará, perderá humedad, tendrá menos brillo y cogerá menos color tras la cocción. Cuando un producto pierde la cadena de frío presenta un aspecto aplastado, pegado, sin volumen y reseco y blanquecino. También se descacarilla y no coge color tras la cocción. Es algo que, sin duda, quieres evitar que suceda.

- Respeta el proceso de descongelación. Cada producto tiene unos tiempos de descongelación (que puedes encontrar en sus especificidades técnicas), por lo que sé consecuente con ello. Si le das un golpe de horno antes de haberlo descongelado correctamente podrías, incluso, estropearlo. En el momento de descongelar, recuerda disponer las piezas en una bandeja horizontal, en una sola capa y separadas unas de otras. Ten en cuenta hacerlo en un lugar cerrado y sin corrientes de aire.

- Clasifica con cabeza. Tener los productos bien organizados dentro de la cámara de congelación resulta fundamental. Coloca el producto de manera que puedas revisar las existencias (el control del stock es clave para prever pedidos necesarios y evitar quedarse sin existencias) y crea un sistema o código para reconocer las piezas de las que dispones. También puedes ir rotando los productos para evitar pérdidas de caducidad.

- Cuida el lugar donde expones tus productos. Una vez horneados, protege los alimentos en vitrinas o expositores bien ventilados pero no expuestos directamente al sol, a fuentes directas de humedad o a corrientes cálidas. El calor acelera su endurecimiento y la humedad también puede influir en su sabor y olor.

Las masas congeladas son sinónimo de calidad, rentabilidad y comodidad para cualquier negocio. Eso sí, el verano exige extremar cuidados para conservar intactas sus cualidades. Sabiendo cómo conservar, hornear y exponer tus piezas de panadería podrás garantizar productos perfectos incluso en los días más calurosos del año.


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