¿Bollería salada o dulce? ¿Por qué elegir pudiendo ofrecerlo todo?

En un momento donde el consumo se adapta a estilos de vida muy distintos, la bollería salada y dulce encuentran su hueco en cualquier momento del día. Versatilidad, sabor y rentabilidad en un solo expositor.

En el mundo de la panadería moderna, las categorías ya no son tan rígidas. Si hace unos años la bollería dulce era la protagonista indiscutible de las vitrinas y desayunos, hoy la bollería salada ha ganado terreno como opción práctica, sabrosa y pensada para el ritmo actual. Pero, lejos de competir, ambos formatos conviven, se complementan… y sí: también multiplican las oportunidades de venta en tu negocio.

La pregunta ya no es “¿dulce o salado?” sino: ¿por qué renunciar a una de las dos posibilidades cuando puedes aprovechar el potencial de ambas?

Bollería salada: perfecta para llevar y adaptarse a cualquier momento

El auge del takeaway y la comida para llevar ha disparado el interés por la bollería salada. Su formato individual (aunque también se puede compartir), su capacidad de consumo rápido y su buena conservación la convierten en una opción ideal para el público que necesita comer algo sabroso sin perder mucho tiempo. Si tus clientes buscan algo listo al momento, manejable y sumamente apetecible, sin duda es una de las mejores posibilidades.

Productos de panadería congelados como las Empanadas Selectas, la Empanada de Hojaldre de Pollo y Bechamel o la Trenza de Bacon, York y Queso se posicionan como grandes aciertos y además son recientes lanzamientos con los que sorprender a cualquier persona que visite tu local. También destacan en esta línea croissants salados rellenos, mini empanadillas, bollería salada hojaldrada… ¡hay muchas posibilidades!

Pero sin duda, si hablamos de bollería salada en verano, no podemos dejar de destacar (y recomendar) nuestro surtido de Empanadillas Pick&Go: son la opción perfecta para quienes buscan calidad artesanal y practicidad. Con un formado manual que aporta autenticidad a cada pieza y una variedad de seis intensos sabores con rellenos jugosos, son un verdadero placer para el paladar. Además, su formato take away las convierte en una solución ideal para el consumo rápido, ayudando a aumentar las ventas en tu negocio.

Bollería dulce: un clásico para todos los públicos

La bollería dulce sigue siendo un imprescindible, especialmente asociado a momentos de disfrute, celebraciones o pausas familiares. Su versatilidad es tal que encaja perfectamente como desayuno, merienda o postre, y su consumo también está vinculado con hoteles, caterings, campamentos o picnics en familia.

Contar con un expositor variado y bien organizado, que combine referencias dulces clásicas con otras más creativas, será clave para llegar a todos los públicos y gustos posibles. Desde mini croissants hasta napolitanas pasando por caracolas o ensaimadas, entre otros productos, estas piezas elaboradas con masas congeladas  son fáciles de transportar, resisten bien fuera de refrigeración y son ideales para solventar cualquier antojo de manera fácil y sin renunciar al sabor.

Los beneficios de ofrecer bollería salada y dulce son múltiples: aumenta las ocasiones de consumo, permite llegar a públicos diferentes, mejora la rentabilidad del lineal, y genera una imagen de marca completa, profesional y de confianza. Por todo ello, parece claro decir que no hay que elegir ¡sino combinar!

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