Un croissant para cada paladar
Con chocolate blanco, con chocolate tradicional o sin nada. Qué bien que existan los croissants, y qué bien que existan de diferentes tipos para ajustarse a todos los gustos y preferencias.
Todo el mundo tiene sus prioridades cuando hablamos de gastronomía, eso es así. Hay gente que suele decantarse siempre por lo salado y personas a las que, al contrario, les pirra lo dulce. En una panadería, cafetería u horno hay que tener productos de toda clase para atender, así, a toda la diversa clientela que existe. Eso incluye desde productos como los panes y los snacks salados hasta otros como la bollería dulce. Mención aparte merecen, eso sí, los croissants.
El croissant con masa de hojaldre, tan rica como esponjosa, no puede faltar en ningún establecimiento. Y es que los croissants congelados, elaborados con masas congeladas, son un éxito de ventas. Para ofrecerlos solo tienes que darles un rápido golpe de horno, y gracias a la diversidad de sabores que hay actualmente, puedes satisfacer prácticamente cualquier paladar. No es un alimento, por tanto, que puedas pasar por alto.
El croissant de chocolate blanco es el último que ha llegado y que puedes incorporar a tu expositor. Lo que destaca de él, por supuesto, es su chocolate blanco, toda una rareza en el mundo de los croissants, porque aunque estamos acostumbrados a probar los clásicos y los de chocolate tradicional o con leche, este no suele tener tanta visibilidad.
El croissant de chocolate blanco con barrita fermentada está elaborado con auténtica harina francesa y margarina, y resulta una pieza de volumen generoso, exterior vibrante y sabor exquisito. Además, está hecha a mano, lo que hace que se imprima un carácter único y artesanal en cada pieza. Para obtener este relleno de chocolate blanco se coloca a mano en cada croissant una barrita que se funde, dando lugar a un producto que encantará a los amantes del chocolate blanco.
Otros croissants que no pueden faltar, y que no está de más recordar porque también tienen sus adeptos, son los clásicos de toda la vida: el croissant recto de mantequilla (de textura hojaldrada e intenso aroma a mantequilla); el croissant artesano de margarina fermentado (hecho con un exquisito hojaldre y en un formato ideal para desayunos y meriendas); el croissant artesano de margarina fermentado (elaborado con margarina, con una textura crujiente y sabor fundente); y el croissant artesano de manteca (elaborado con manteca a la manera tradicional para conseguir una textura crujiente y un sabor inconfundible). Quizá puedan parecer más sencillos, pero hay personas que prefieren deleitarse con la deliciosa masa de este producto, elaborada con suave mantequilla y margarina, y también hay que estar preparados para ofrecer alimentos que estén a la altura de esas expectativas.
De la misma forma, hay que tener presente que, en la gran fiesta del croissant, también debe estar invitado el de chocolate tradicional. El croissant de chocolate con barrita fermentada es un croissant de aspecto artesanal muy atractivo con un delicioso relleno de intenso sabor gracias a la barrita de excelente chocolate que lleva en su interior. Otro de esos productos que nunca pasan de moda. Teniendo en cuenta que el chocolate tradicional es una adicción y un capricho para muchas personas no es una opción no incluirlo en cualquier panadería, cafetería u horno.
Y lo mejor de todo lo hemos dejado para el final: durante este mes de enero te puedes hacer con una caja de irresistible croissant de chocolate blanco y llevarte, de regalo, una caja de otro de los productos de los que hemos hablado aquí arriba. Por si te faltaran razones para incluir croissants en tu local, ahora no tienes ni una sola excusa para no hacerlo.
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