Surtido de Panecillos, variedad de calidad para tus comidas y cenas

Pasa todos los años: llega diciembre y el calendario se llena de comidas y cenas con familiares y amistades. ¿Un esencial que no puede faltar? El pan.

No falla: llega diciembre y automáticamente la agenda se llena de compromisos. Muchos de ellos son comidas y cenas con familiares y amigos. Invadidos quizá por el espíritu de la Navidad, que enseña la patita, mucha gente hace malabares para llegar a todo. Si diciembre se caracteriza por algo es por los encuentros de este estilo y por los ya clásicos menús de Navidad que acompañan a estas celebraciones.

Menús hay de todo tipo y para prácticamente todos los gustos, tanto de comida como de cenas. ¿El alimento que comparten? El pan. Y es que puede ser que te sorprendas con esta revelación, pero ofrecer pan junto a los platos (ya sea de una comida o de una cena) no es ninguna broma: en las zonas del planeta donde tradicionalmente se ha cultivado trigo el pan se ha convertido en un acompañante esencial de las comidas.

Son muchas las personas que, cuando están en un restaurante, esperan con ansia el momento en que llegue el pan a la mesa. Algunos no se resisten a probarlo nada más aterriza sobre el mantel, cogiendo la puntita y probándola con deleite. Otros se reservan este especial momento para más adelante, cuando toque acompañar algún alimento o rebañar el plato. El mismo efecto que producen las palomitas en el cine, donde uno no sabe si caer en la tentación nada más llegar o espera a que empiece la película para disfrutarlas.

Los panes que se pueden encontrar en el ámbito de la hostelería son muchos y variados. Y es normal que sea así, pues lo ideal es que ofrezcas a la clientela diferentes opciones para enriquecer su experiencia y hacerla totalmente sublime. Comprar pan congelado es la mejor alternativa para poder ofrecer pan de calidad a tiempo récord. Las masas congeladas para hostelería permiten disponer de distintos tipos de pan con delicioso sabor y textura, ya que el pan precocido conserva las características del proceso artesanal con el que ha sido realizado. Almacenado en frío, solo tendrás que descongelarlo (los minutos varían según el tipo de pan) y darle un golpe de horno. Treméndamente fácil. Tanto, que el único quebradero de cabeza será escoger qué panecillos quieres en tu establecimiento entre toda la variedad existente.


Panecillos perfectos para acompañar comidas o cenas

La opción más clásica es el panecillo hostelero, ese panecillo de pan blanco tan clásico que destaca por su volumen grande y cuyo sentido es acompañar, precisamente, comidas y cenas. Y no te creas que aquí se acaba la variada oferta que hay, puesto que también existen panecillos sin gluten para celíacos. Lo dicho: para (absolutamente) todo el mundo.

A partir de aquí los panes para acompañar comidas y cenas suben un ligero escalón y se convierten en más complejos. Todo dependerá, recuerda, del tipo de productos que ofrezcas en tu negocio y de qué pan le pueda encajar mejor a tus menús. El bocatín rústico mediterráneo, enharinado con forma de rombo, sorprende por su gran sabor y calidad y suele resultar un básico de cualquier restaurante. Lo rústico no acaba aquí, puesto que también puedes ofrecer el bocatín rústico de 9 cereales y semillas, una opción para los que aman los cereales en el pan, y priman ante todo la originalidad.

Con el payesito, conseguirás por otro lado un panecillo redondo de corteza fina, crujiente y enharinada, ideal para la hostelería; y con el minichapata, toda la calidad del pan de chapata en un formato más pequeño. De aspecto rústico y enharinado, así como corteza crujiente y miga alveolada, también puede ser una alternativa excelente para acompañar comidas.

Si te has quedado con lo de los panecillos redondos, apunta, que la lista no ha terminado todavía: el panecillo redondo con cereales, decorado con pipas de girasol, lino y sésamo está hecho con varias harinas de cereales y semillas; en el panecillo de pipas y calabaza estas son las principales protagonistas y destacan en su corteza, dándole un aspecto muy atractivo; y el panecillo redondo, sin más, prescinde de los cereales, pero ofrece en cambio una miga de sabor suave y muy fácil de comer con unos característicos cortes en su superficie que lo hacen muy apetitoso.

Si las dudas entre unos y otros te impide decidir, también tienes a tu disposición suculentos surtidos, como el surtido de panecillos redondos, que incluye cuatro panes de diferentes sabores (amapola, sésamo, semillas y pipas), o el surtido de pan selección, que permite obtener cuatro panecillos de selectos sabores, como son las hierbas provenzales, las aceitunas verdes, los cereales y el centeno. Opciones muy diferentes para acertar siempre con tus comensales. Utiliza el pan como una carta de presentación de tu menú, un buen pan hará que tus comensales sepan que lo que les espera será una comida digna de  recordar.