Masas de repostería y bollería: Todo un mundo de oportunidades para tu negocio.

Bizcochos, magdalenas, croissants, palmeras… Si algo tienen en común estos productos de bollería es que, además de estar riquísimos, comparten una base fundamental: las masas de repostería y bollería. Pero, ¿sabías que no todas son iguales? Te contamos las diferencias.

La repostería, confitería o pastelería es el arte de preparar o decorar postres. Un arte que surgió en Francia, donde inventaron la palabra “dessert” (procedente del verbo “desservir”, es decir, “recoger la mesa”) para definir al acto de llevar dulces o postres a la mesa cuando esta quedaba libre de platos y copas. La repostería vivió su principal auge durante los siglos XIX y XX, momento en que experimentó una gran expansión debido al incremento en el nivel de vida de la población. En los siguientes años, la repostería y confitería alcanzó un nivel de especialización y refinamiento muy elevado. Y así hasta el día de hoy.

En la actualidad, la oferta de dulces es prácticamente inabarcable. Eso sí, la gran mayoría comparte un ingrediente: las masas o, dicho de otra forma, harina, azúcar y huevos. Sin embargo, no todas las masas son iguales, y existen diferencias: masa de croissant, masa de gofres, masa de bollería hojaldrada… Conocer en qué se distinguen es clave para convertirse en un auténtico experto en la materia, así que ¡toma nota!

Masas ligeras: viva el bizcocho

Las masas ligeras se caracterizan, fundamentalmente, por no contener ningún tipo de grasa, puesto que son una emulsión de azúcar y huevos a las que se va incorporando harina. La carencia de grasa hace que se puedan resecar, por lo que conviene “emborracharlas” antes de utilizarlas, es decir, añadir algún líquido como la leche o el licor. Como resultado, se obtiene un producto esponjoso y de miga suave.

Los bizcochos son los principales representantes en esta categoría. En este sentido, el bizcocho de azúcar, el bizcocho de calabaza y el bizcocho triple de chocolate son piezas deliciosas que gozan de gran popularidad entre el público. Debes saber, además, que si el tiempo te apremia, gracias a las masas congeladas y, concretamente, las masas congeladas para hostelería, hoy en día es muy sencillo poder llevar este tipo de productos a tu negocio de forma sencilla, fácil y muy rentable.

 

Masas pesadas: sabrosas magdalenas y muffins 

Las masas pesadas son, por lo general, productos terminados y listos para su consumo, es decir, que salen del horno con la contextura deseada sin tener que añadir ningún ingrediente extra. ¿Qué quiere decir esto? Que, a diferencia de las masas ligeras, en este caso el ingrediente común es alguna grasa (por ejemplo, mantequilla, margarina, manteca animal, aceites…). Lo que sucede con estas grasas es que retienen menos aire y, por eso, también es frecuente usar levadura para paliar este déficit y conseguir que suban al hornear. La cocción de este tipo de masa, por otro lado, debe ser lenta.

Los principales protagonistas en esta categoría son las magdalenas y los muffins. Y, en la variedad, está el gusto. Supermagdalena triple de chocolate, supermagdalena con nueces, magdalena casera; o muffin Nuts & Cream, muffin Choco Bomb, muffin Passion Red, muffin Carrot Cake… Una empresa de distribución de bollería congelada puede convertirse en tu aliada para que cuentes con todas estas delicias en tu negocio.

 

Masas fermentadas: suculento pan brioche, croissants y hoops

Las masas fermentadas se definen prácticamente por su propio nombre: para que tengan un acabado perfecto y estén listas, hay que esperar un tiempo de fermentación. Las masas fermentadas, además, se caracterizan por que llevan levadura y su acabado suele ser elástico y esponjoso.

Este tipo de masas son, también, las que componen productos como el pan brioche, o incluso la burger brioche. Y, por supuesto, son las que están presentes en los suculentos croissants, donde se puede encontrar prácticamente de todo. Por ejemplo, el croissant clásico de margarina, el croissant con barrita de chocolate, el croissant con mantequilla, el croissant supreme bomba de chocolate con mantequilla o el croissant supreme recto de chocolate y mantequilla. Y que no cunda el pánico, porque si alguno de tus clientes se llena con facilidad, también está la opción de los minicroissant, que se pueden ofrecer como bocados más pequeños e igual de sabrosos que los anteriores, tales como el minicroissant recto de margarina, el minicroissant supreme de mantequilla, o el minicroissant de chocolate.

Y qué decir de los deliciosos hoops, donde se puede encontrar maxihoops de bombón, hoops de crema azucarado, hoops de choco azucarado, o hoops croc de avellana. Ese tipo de producto que quitan el sentido por su sabor y textura.

 

Masa de hojaldre: versatilidad en estado puro 

La masa de hojaldre se encuentra en productos como las palmeras, la tarta de manzana o los lazos. Una de sus particularidades es que es muy versátil y que su resultado es crujiente. De esta masa destaca que, para conseguir un acabado perfecto, hay que darle a la masa algunas vueltas y ser paciente, puesto que hay que dejarla reposar durante unas horas.

La palmera, en este sentido, es una de las piezas de bollería más demandas por su textura y atractivo aspecto. La tarta de manzana es otro producto que también se vale de masa de hojaldre en su composición. El lazo, que suele llamar la atención por su peculiar forma, también utiliza un hojaldre crujiente y ligero, y, en su versión con multicereales, aporta un sabor especialmente irresistible.

Hoy en día podemos disfrutar de una gran variedad de productos, únicamente dejando descongelar durante unos minutos o en algunos tras un breve horneado.

Siendo así los compañeros ideales para desayunos, tentenpiés, postres, meriendas, etc.

Ya ves todo lo que las masas de repostería pueden hacer por ti, ¡y por el paladar de tus clientes!