Masa madre, ¿moda o realidad?

Los procesos naturales y los oficios tradicionales parecen haber resurgido tras la pandemia. Pero, ¿es algo que realmente ha llegado para quedarse?

Dicen de la masa madre que es un elemento vivo y, conociendo un poco su proceso, es fácil saber por qué. La masa madre, en realidad, es un fermento compuesto de harina y agua. Su característica principal es que no tiene ningún tipo de levadura añadida. Es la propia harina, en la que sí hay contenidas una serie de levaduras y microorganismos , la que provoca la fermentación de la masa de manera espontánea. Y por eso, precisamente, es un elemento vivo, puesto que es el propio paso del tiempo el que va transformando el producto.

De hecho, la fermentación puede superar las 24 horas de duración. Antiguamente, los panaderos que elaboraban el pan con masa madre seguían este ritual prácticamente todos los días. En aquel momento, lo habitual era dedicarles mucho tiempo a los alimentos, algo que se ha perdido con el frenético ritmo de vida actual y que se pretende recuperar ahora. Y es que después de la pandemia ha llegado una oleada de conciencia: a partir de ahora, todo el mundo está más pendiente de bajar el ritmo, cuidarse a la hora de comer y, sobre todo, saber qué ingredientes lleva lo que se ingiere.


Desde luego, las voces expertas señalan que la masa madre tiene muchos beneficios. El pan obtenido de esta forma es más digerible y asimilable, los nutrientes de la harina son mejor absorbidos posteriormente por el organismo, ya que la fermentación natural ha actuado previamente sobre el almidón de la harina.

.A ello hay que sumar las características organolépticas (es decir, más sabor, más aroma y mejor textura manteniendo la humedad de la miga y la corteza crujiente más tiempo), que también los expertos atribuyen al pan de masa madre.

Solamente por las ventajas que supone, está claro que la masa madre no es simplemente una moda, sino una realidad. Para contar con alimentos hechos con masa madre en tu cafetería, panadería u horno, debes conocer las masas congeladas. Las masas congeladas para panadería permiten disponer de una variedad de productos, gracias al pan precocido o la masa de croissant, por ejemplo. De esta forma, puedes tener en tu establecimiento distintos productos elaborados con masa madre (que, lejos de ser una tendencia, ha quedado claro que ha llegado para quedarse) que te permitirán ofrecer mayor diversidad y versatilidad. Y, en este sentido, hay algunos productos estrella que no puedes dejar pasar.

 

Hogazas elaboradas con masa madre, una apuesta segura

La hogaza de pan elaborada con masa madre es uno de esos productos que no solo combinan con un sinfín de sabrosos matices, sino que suponen el equilibrio perfecto entre sabor y salud (que se dice pronto). El pan de hogaza elaborado con masa madre tiene dos principales exponentes: la hogaza campestre elaborada con masa madre PH 4.8, y la hogaza sarracena elaborada con masa madre PH 4.8.

La primera, la hogaza campestre elaborada con masa madre PH 4.8, es una hogaza premium 100% natural, que aúna el sabor delicioso de los cereales y semillas con todas las propiedades que le aporta la masa madre. Elaborada con 13% de masa madre natural de cultivo, también tiene una mayor durabilidad y digestibilidad. A ello hay que sumar su elevado porcentaje de cereales (trigo, centeno o copos de avena) y semillas (pipas de girasol, lino, sésamo o pipas de calabaza), que asegura un sabor incomparable tanto por fuera como por dentro. La cocción en horno de suela de piedra, por último, potencia su corteza rústica y el alveolado de la miga.

Por otro lado, la hogaza sarracena elaborada con masa madre PH 4.8, tiene un sabor intenso a la par que equilibrado al que hay que añadir un toque crujiente. Elaborada también con un 13% de masa madre natural de cultivo, destaca de esta pieza su corteza rústica enharinada y de atractivo color oscuro, así como su miga jugosa y consistente. El sabor aportado por el 7% de trigo sarraceno le aportan personalidad al sabor y un punto extra de crujencia en la miga.

Además, estos dos productos cumplen todos los requisitos para poder denominarse “elaborados con masa madre” como marca la norma de calidad del pan, proporcionando al profesional la tranquilidad de que está ofreciendo a sus clientes un producto de la más alta calidad, además de un sabor y aroma únicos.

¿Y lo dulce? ¿Acaso no puede estar hecho con masa madre? Pues también. El croissant intense con masa madre Hélène tiene masa madre activa, algo que se traduce en una mayor ternura y humedad en su miga, así como una mayor durabilidad que garantiza que permanezca más tiempo fresco. Su envolvente e intenso sabor a mantequilla, así como sus exquisitas notas aromáticas de caramelo, acaban de completar la experiencia de tomarse este apetitoso croissant.

Ya has visto que las masas madre son una realidad a incorporar en tu establecimiento para ofrecerles a tus clientes más concienciados una opción sabrosa, rica y saludable. Ahí es nada.