Beneficios y ventajas de usar masas congeladas en verano

Las masas congeladas ofrecen importantes beneficios durante todo el año, pero especialmente en esta época de calor y altas temperaturas. Te contamos más al respecto.

Las altas temperaturas pueden suponer un quebradero para panaderías, cafeterías, hornos o negocios de restauración. Y es que los alimentos son los primeros que sufren las inclemencias del tiempo y, ante el calor, cuesta conservar la frescura y mantener la calidad. Pero no siempre: hay alternativas, como las que proponen las masas congeladas, un salvavidas en épocas como en la que nos encontramos ahora mismo. Si todavía no las has probado estamos seguros de que ahora encontrarás todavía más interesantes sus beneficios.

Las masas congeladas son una solución eficiente y rentable para negocios que requieren pan, bollería, snacks salados o tartas durante estos meses de calor y, en general, durante todo el año. Los productos de panadería congelados se elaboran con los máximos estándares de calidad y las mejores materias primas en un cuidado proceso donde el mimo y el respeto son clave. Pero, a diferencia de otros procesos, estos productos se ultracongelan en el último paso de elaboración, conservando sus cualidades, su sabor y su textura totalmente intactos.

Posteriormente, se almacenan hasta que necesites ofrecerlos. En ese momento se descongelan y se ponen a disposición del público (es lo que permite la categoría ‘Descongelar y listo’) o se dejan descongelar unos minutos para, como último paso, dar un rápido golpe de horno y que estén calentitos y crujientes a la hora de colocarlos en el expositor o sobre la mesa del cliente.

Esto no solo permite disponer de productos perfectos, sabrosos y deliciosos en cualquier momento del día, sino que mediante este sistema es muy fácil tener una gran variedad de piezas para distintas necesidades. Puedes contar con pan precocido congelado para preparar bocadillos, sándwiches o hot dogs; bollería dulce (napolitanas, croissants, hoops, palmeras…) para un bocado de media tarde; o snacks salados (empanadillas, empanadas, paninis o napolitanas como la de bacon y queso, entre muchos otros) con los que disfrutar de un día al aire libre. Puedes tener un poquito de cada cosa, y tener más cantidad de esos alimentos que sabes que se venden y triunfan en tu establecimiento. Es muy fácil ajustarse a lo que necesitas con una planificación adecuada y los mejores proveedores posibles.

Existen algunas recomendaciones que no puedes pasar por alto. Por ejemplo, cuida la temperatura del producto en todo momento y vigila el proceso de descongelación para que se desarrolle de la forma óptima. La ficha técnica de los productos te ayudará a saber los tiempos exactos para que no tengas ningún problema a la hora de manipular los alimentos. También es importante evitar las altas temperaturas dentro del local, instalando máquinas de aire o elementos que permitan una refrigeración del espacio y una temperatura del local adecuada, y que la vestimenta se adapte a todo esto. Usar ropa ligera y transpirable, ya te lo imaginarás, es muy importante en verano, así como mantener el producto expuesto en barra bien protegido para que no se alteren sus propiedades.

Y lo mismo adaptado a los consumidores y clientes. Ofrecerles productos frescos y una gran diversidad de alimentos para distintas situaciones (desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena…) hará que encuentren en tu negocio lo que necesitan, pero si además cuentas con bebidas bien fresquitas, un buen ambiente y un espacio, un refugio, en el que quieran quedarse y huir del calor no tendrás rival.

Apostando por las masas congeladas sales ganando y optimizarás, además, todas las estrategias de marketing y promoción que quieras poner en marcha, porque podrás concentrar una mayor cantidad de tiempo en otras cuestiones al tener completamente resuelto el tema de los productos a ofrecer. Las ventajas de este tipo de alimentos saltan a la vista, y no solo satisfarán las expectativas de tus clientes, sino que te permitirán, por todo lo anterior, ser más rentable y reducir, por si fuera poco, el desperdicio alimentario.

Este verano, no lo dudes, las masas congeladas serán tus grandes aliadas.

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