Hogaza de agua, un formato en auge, tradición mediterránea y pura versatilidad

Las hogazas se han convertido en los últimos tiempos en las grandes salvadoras: lo mismo solucionan una cena que acompañan un delicioso desayuno. Si, además, el pan escogido es una hogaza de agua, el disfrute está más que asegurado.


El ritmo de vida actual, qué duda cabe, es acelerado. Quizá por ello, cada vez es más frecuente recurrir a cenas sencillas de preparar que puedan resolver de forma fácil cualquier urgencia culinaria. En este sentido, y más todavía en los últimos años, las hogazas se han convertido en las compañeras imprescindibles de muchas personas.

Y es que, por ejemplo, las hogazas son las grandes triunfadoras de los hoteles, puesto que se pueden combinar con un sinfín de productos, tanto salados como dulces. Pero no solo eso: en los supermercados, disponer de una variedad de panes y hogazas también es una apuesta segura. Eso sí: parte del éxito de las hogazas radica en que procedan de una cuidad elaboración, como la gama de panes de agua que, por su sabor y textura, resultan sencillamente incomparables. Y te contamos por qué.

Fruto de la tradición mediterránea y resultado de una receta centenaria, la hogaza de agua (como el resto de panes de esta gama) recoge el mimo, paciencia y amor de generaciones y generaciones que elaboraban pan cada mañana al alba y lo horneaban posteriormente en rústicos hornos de piedra, algo que confería al alimento de una enorme calidad. Y, aunque suene lejano, en realidad no es así: hoy en día es posible degustar este tipo de productos.

Un tipo de productos, además, que destaca por la calidad de sus materias y el proceso artesanal con el que están realizados, que permite una alta hidratación de los productos y, así, una mayor durabilidad. Un aspecto crucial a tener en cuenta para lograr extraer el máximo partido a los alimentos.

¿Cómo disponer de este tipo de panes en tu establecimiento? Muy sencillo. Gracias a los beneficios del pan precocido congelado, ya no hay secretos al respecto. El pan precocido congelado permite disponer de pan de agua, pan de huerta o hogaza de agua conservando todas sus cualidades artesanales. Además, con un sencillo golpe de horno se puede escoger la cantidad de producto que se va a utilizar ese día, horneando solo que necesites; lo que contribuye a ser más conscientes y consecuentes con los alimentos que se producen. Comprar pan congelado es una buena forma de acceder a estos productos.


 

Hogaza de agua, múltiples oportunidades de disfrutar

Las características de la hogaza de agua la han convertido en uno de los productos más fáciles de combinar. Pero, ¿qué tiene de especial? En primer lugar, dispone de una masa muy líquida y delicada gracias al cuidado y el respeto con que se elabora; algo clave para obtener todo su potencial. Por otro lado, sus alveolos tienen una estructura extremadamente ligera y aireada que resulta perfecta para preparar crujientes tostadas.

Por todo ello, la hogaza de agua es la candidata perfecta para desayunos y cenas. Por ejemplo, con aguacate, queso, tomate, y un buen condimento (aceite, sal y pimienta negra, por ejemplo), este tipo de panes puede ser el ideal para enfrentarse a las primeras horas del día, e incluso a las últimas, antes de irse a descansar. De pocos productos se puede decir lo mismo.

La versatilidad que ofrece la hogaza de agua y el característico sabor que proporciona la gama de panes de agua hace, además, que este producto sea imprescindible en cualquier establecimiento, especialmente en hoteles o supermercados, por sus particularidades. Porque una buena rebanada, o una buena tostada, es capaz, de forma fácil y sencilla, de saciar el apetito y mejorar el día. La hogaza de agua; un único producto, muchas posibilidades de disfrute.