Croissant bikini, todo un clásico de gran rotación

Dos ingredientes que, juntos, se convierten en imbatibles. El jamón york y queso, combinación popularmente conocida como “bikini”, no solo se come entre pan, sino también en deliciosas piezas de bollería. 

Jamón york y queso. Estos son los ingredientes principales de una receta que cuenta con multitud de adeptos y distintos formatos de presentación y consumo: la del “bikini”. Pero, teniendo en cuenta esto, ¿por qué se llama “bikini” y no sencillamente “mixto”? La historia se remonta unos cuantos años atrás y es, sin duda, muy curiosa. 

Lo principal es saber que la fórmula más popular de tomarse un “bikini” es el sándwich (aunque no solo entre pan está delicioso, ya te lo adelantamos). El caso es el origen de esta sencilla y resultona combinación no tiene nada que ver, como podría pensarse, con la pieza de traje femenino de baño. Tampoco se debe a que haya dos elementos protagonistas (el york y el queso) o a que frecuentemente se sirva cortado en dos triángulos. 

El origen del bikini, en realidad, se remonta a alrededor del año 1953 y toma su nombre de una sala de baile de Barcelona que se llamaba así: Sala Bikini. Una de las particularidades del establecimiento era ofrecer un bocadillo similar al francés croque-monsieur (en castellano, “señor crujiente”); un bocado caliente donde el jamón york y el queso eran los protagonistas indiscutibles. Con el tiempo, se popularizó pedir “un bikini” para referirse a este sándwich que era marca de la casa.  

Si  ahondamos todavía más en sus raíces, cabe mencionar que, aparentemente, el bocadillo caliente de jamón york y queso llegó a Francia a principios del 1900. Eso sí: en el país galo, el bikini también llevaba por encima bechamel, algo que lo distinguía en este punto de su homólogo español. Pero el caso es que pasan los años, y el bikini sigue sin pasar de moda. Es uno de esos clásicos que siguen triunfando allá por donde van. 

Esta rica combinación de york y queso no solo se puede disfrutar entre pan, sino en otros deliciosos manjares, como el croissant bikini. De sobra sabrás a estas alturas el potencial de los croissants en panaderías, cafeterías y hornos, y si a eso le sumamos unos sabores que llevan triunfando décadas y décadas, está claro que es una apuesta segura de cara al futuro.  

El croissant bikini es un croissant que destaca por su delicioso relleno (25%) de jamón y queso, y por la rapidez en su preparación. Además, debes saber que ya viene fermentado, algo que facilitará que lo incluyas en tu panadería, cafetería u horno. Las masas congeladas para panadería hacen que sea muy sencillo disponer de este tipo de productos en tu negocio. Hornear croissants congelados, por otro lado, no tiene ningún misterio: en el caso del croissant bikini, solo hay que dejarlo descongelar durante 30 minutos y darle un golpe de horno de unos minutos a una temperatura de 180 grados 

Un croissant con una masa de hojaldre irresistible y jamón york y queso puede hacer las delicias de tu clientela. No olvides que los mejores croissant son aquellos que resultan esponjosos por dentro, pero en su superficie resultan crujientes. Todo esto lo puedes encontrar en el croissant bikini, uno de esos productos clásicos que no puedes dejar de ofertar en tu expositor.  

Si, aun así, no solo quieres ofrecer york y queso en croissant, también debes saber que tienes otras ricas alternativas, como la empanada hojaldrada de york y queso, la napolitana mixta de york y queso, o el triángulo de york y queso, todas iguales de sabrosas y versátiles.