El pan de Pagés, en origen de tradición catalana aunque a día de hoy se consume en muchos hogares de toda la geografía nacional. Se trata de un pan redondo, de carácter rústico, corteza gruesa y crujiente y miga fresca y tierna.
En su elaboración destacan los métodos tradicionales como los reposos de la masa en artesa o la cocción en horno de suela de piedra que le confiere esos grandes y característicos alveolos.
Es ideal para rebanar y consumir en desayunos con el tradicional tomate, aceite y sal.
Panes de suela plana cocidos en los tradicionales Hornos de Suela de Piedra. La elevada y constante temperatura de este tipo de cocción dota al pan de una corteza rústica muy crujiente y una miga muy alveolada, consiguiendo una mayor durabilidad.
La calidad de las materias primas y el proceso artesanal permiten una alta hidratación de los productos, lo que se traduce en una mayor durabilidad.
Panes elaborados con tiempos muy largos de reposo y fermentación, que favorecen la liberación de los aromas, texturas y sabores propios de un gran pan.
Elaborado con alimentos que no tienen una procedencia de origen animal.
